
En el tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y dijo a la serpiente:
- ¿Puedo hacerte tres preguntas? le dijo la luciérnaga.
La serpiente le responde:
No acostumbro dar éste precedente a nadie pero como te voy a devorar, puedes preguntar.

- ¿Yo te hice algún mal? le dijo la luciérnaga.
La serpiente le responde: No.
- Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?, le dijo la luciérnaga.
La serpiente le responde:
Porque no soporto verte brillar.
Muchos de nosotros muchas veces nos hemos visto envueltos en situaciones donde nos preguntamos:
¿Por qué me pasa esto si yo no he hecho nada malo? Sencillo, Porque no soportan verte brillar!!!