Las siete leyes espirituales del éxito,
El universo funciona sin esfuerzo, sin fricción, sin presión, naturalmente y produce todo lo que está a nuestra vista y todo lo que está fuera de ella...
En nuestro Presente no conseguimos todo lo que deseamos en forma inmediata porque cotidianamente estamos desalineados con las Leyes del universo. No las hemos estudiado, no las hemos entendido o no las hemos experimentado conscientemente porque estamos desconectados del universo. El universo funciona sin esfuerzo, sin fricción, sin presión, naturalmente y produce todo lo que está a nuestra vista y todo lo que está fuera de ella. Es una organización absolutamente perfecta y consigue todo lo que desea. Nosotros somos parte de él y cuando nos dirigimos en su contra lo que conseguimos es una enfermedad, un infarto, estrés, insatisfacción, miedos, angustias, desilusión, dolor, frustración, etc., porque es como querer llegar a la orilla nadando en contra del mar. Recordemos que el éxito es la capacidad de cumplir nuestros deseos espontáneamente y sin esfuerzo, es tener lo que se desea inmediatamente de desearlo, sin esfuerzo, porque toda experiencia es un éxito, independientemente de su resultado. Recordemos que el ego es la personalidad, es la mascara social. Por lo que no intentamos perder la personalidad, sino conocerla, para usarla como un instrumento de superación espiritual.
El universo funciona sin esfuerzo, sin fricción, sin presión, naturalmente y produce todo lo que está a nuestra vista y todo lo que está fuera de ella...
En nuestro Presente no conseguimos todo lo que deseamos en forma inmediata porque cotidianamente estamos desalineados con las Leyes del universo. No las hemos estudiado, no las hemos entendido o no las hemos experimentado conscientemente porque estamos desconectados del universo. El universo funciona sin esfuerzo, sin fricción, sin presión, naturalmente y produce todo lo que está a nuestra vista y todo lo que está fuera de ella. Es una organización absolutamente perfecta y consigue todo lo que desea. Nosotros somos parte de él y cuando nos dirigimos en su contra lo que conseguimos es una enfermedad, un infarto, estrés, insatisfacción, miedos, angustias, desilusión, dolor, frustración, etc., porque es como querer llegar a la orilla nadando en contra del mar. Recordemos que el éxito es la capacidad de cumplir nuestros deseos espontáneamente y sin esfuerzo, es tener lo que se desea inmediatamente de desearlo, sin esfuerzo, porque toda experiencia es un éxito, independientemente de su resultado. Recordemos que el ego es la personalidad, es la mascara social. Por lo que no intentamos perder la personalidad, sino conocerla, para usarla como un instrumento de superación espiritual.
En cuanto uno empieza a saber quién es, que quiere, de donde viene y hacia donde se dirige viene una gran lucidez y una gran claridad en cuanto al comportamiento, en cuanto a la máscara social, es decir, en cuanto a tu ego.
En el Presente no trabajamos para disolver el ego, trabajamos para que sea un aliado, un instrumento del espíritu para el desarrollo del Dharma o misión en la Vida. El hombre ha asociado al éxito con el dinero, bienes materiales, poder, fama, negocios, lujos y banalidades porque hemos olvidado quiénes somos en esencia, pero también porque nos indicaron seudo patrones de conducta como: compra un lujoso apartamento, obtén un buen trabajo, obtén un título universitario, consigue un buen esposo o una buena esposa, ten tus hijos, cómprate varios automóviles, después unas lanchas, una casa de playa, una casa de campo , un carro deportivo, muchas joyas y serás feliz. Esa es la creencia con la que hemos crecido. Nadie nos señalo: Primero sé y sientete feliz, después decide qué quieres hacer de tu vida. Por medio de la Atención Consciente tenemos que dar vuelta el concepto: primero hay que buscar la felicidad que sentimos en el desarrollo de nuestro Dharma o propósito de vida, luego ver lo que ella nos trae. Porque seguramente a nosotros no nos servirá un auto deportivo, una casa de playa o joyas para ser feliz porque tenemos otras necesidades. Y aún cuando fueran esas nuestras necesidades, una vez que tengamos todos lo autos, todos los novios, todos los apartamentos, las mejores joyas y todo lo que queramos siempre vamos a estar vacíos, porque no se está estribado en la esencia de la vida. Lo que transmiten estas Leyes es buscar un acercamiento espiritual al éxito y a la abundancia.
Hay que entrar por el espíritu a todo, porque ya se ha probado de otras maneras y el resultado ha sido desfavorable. No importa cuál sea el sistema no funciona, no nos genera la felicidad. La Ley natural es el proceso por el cual lo oculto se revela. Todo lo que vemos viene de lo desconocido, todo lo que percibimos viene de algo que no sabemos que existe hasta que lo hacemos consciente, por lo que la Ley es el proceso por el cual la Divinidad, el campo cuántico, lo inmanifiesto, lo espiritual, lo trascendente, o como se quiera llamar, se pone en movimiento y se patentiza en nuestro Presente originándonos el Éxito y La Prosperidad. Las sietes Leyes Espirituales del Éxito que prescribe el Doctor Deepak Chopra son: La Ley de Potencialidad Pura, La Ley de Dar, La Ley del Karma, La Ley del Menor Esfuerzo, La Ley de la Intención y el Deseo, La Ley del Desapego y La Ley del Dharma.El éxito no es negado a nadie, todos somos susceptibles de alcanzar nuestros objetivos y tener éxito en nuestras vidas. Todos venimos a la vida para cumplir un propósito y solamente nosotros podemos descubrir cuál es. Cómo expresar ese propósito y cómo usarlo para ayudar a los demás es parte de nuestro aprendizaje. Si activamos la Atención Consciente (Mindfullness: Mente Iluminada) en nuestro presente y nos preguntamos: ¿Cómo puedo ayudar con mi trabajo diario a la Humanidad, Amigos, Familiares o Vecinos? en lugar de ¿Qué gano, Cuanto gano yo con eso? Este solo cambio de dialogo interno, trae una gran evolución espiritual, hace que nuestro espíritu se haga presente y apoye nuestras acciones.El conocimiento de estas Siete Leyes trae una gran transformación porque ponemos Atención Consciente en desarrollar nuestro Dharma o Propósito de Vida. Cuando el propósito para el que fuimos creados no se realiza vienen a nuestras vidas tanta enfermedad, infelicidad, dolor, angustia, depresión, medrocidad, etc., vienen porque nos hemos olvidado de quiénes somos y de dónde venimos. Practicar las Siete Leyes es una de las maneras de encontrar el camino de regreso a nuestra esencia. Es importante que tomen un conocimiento que los haga ser más cuidadosos con ustedes mismos, con los demás y con el Planeta. Es importante que la Humanidad eleve su estado de conciencia en pro del Desarrollo Espiritual. Espero que el tema de hoy les haga reflexionar.