LADY MINA MISS ECUADOR 2010
Mariana Romero
Fue la primera sorprendida por la decisión del jurado. Los gestos de incredulidad de Lady Mina ante el veredicto conmovieron a la audiencia. La nueva reina, sabía que con ese resultado su vida cambiaba para siempre.
Ella convenció al jurado, y aunque para muchos haya resultado sorpresiva esta decisión, los siete que la eligieron se sintieron más que satisfechos. La dueña de la pasarela, la más segura al desfilar, la de mayor puntaje en traje de baño, la afroecuatoriana Lady Mina es la nueva reina que nos representará en Miss Universo.
Lady es una belleza totalmente natural, que nunca soñó en participar en este reinado. Su amigo William Herrera, director de una agencia de modelos en Loja, mandó al concurso una sesión de fotos sin su permiso y la inscribió sin su consentimiento.
Lo único que le dijo a esta belleza de carnes firmes y rasgos finos fue “arriésgate Lady” y la chica humilde de la calle 12 y Cristóbal Colón de Guayaquil, poco a poco se fue involucrando.
Semanas después fue aceptada para el casting y ella, que no le apostaba a este evento, a última hora se salió de la fila y se fue a otro en TC televisión, volvió luego de unas horas a GamaTV y se ubicó última para presentarse ante la directora del Miss Ecuador, María del Carmen de Aguayo.
El resto, su estadía en el concurso, en el que pasó casi inadvertida para la prensa de farándula, fue, según dijo, una estrategia de silencio, para mostrarse al final arrolladora, totalmente segura y con una actitud ganadora, opacando a las favoritas que eran Ana Galarza de Tungurahua y Andrea Suárez de Loja, (Mejor Traje Típico y Rostro Yanbal) quienes finalmente quedaron finalistas para representarnos en Miss Mundo y Miss Internacional, respectivamente.
Lady Fernanda Mina Lastra, de 23 años de edad, dijo que al salir de la entrevista personal con el jurado se sintió triunfadora: “Me preguntaron si yo podía asumir el rol de Miss Ecuador y me di cuenta que todo me fue bien, y luego me dije: esto es mío, esta noche es mía”.
Graduada en el colegio fiscal Assad Bucaram, se definió como una joven inquieta, buena alumna, que por tres años representó a su colegio como reina de belleza. “Las chicas de origen pobre simplemente le ponemos más ganas a todo y luchamos mucho”, dice refiriéndose a su estrato socioeconómico humilde, que la hace vivir en una calle que ni siquiera está asfaltada, pero que en cariño no le gana nadie. En la actualidad es la reina de la Armada Nacional en la base San Eduardo y su triunfo ha significado una continua fiesta popular en su barriada, que no deja de aplaudirla desde que se asoma a la ventana.
OPINIONES DIVIDIDAS
Su triunfo ha traído consigo toda clase de comentarios. Que no está preparada para ese papel y que no va a poder responder a los requerimientos económicos que implica una buena participación en un torneo internacional. A esto se suma, que como los diseñadores nacionales no fueron invitados a la gala final, pese a donar sus vestidos, difícilmente la organización pueda pedir ahora que faciliten vestuario para Lady Mina.
Lady siempre mostró mucha dignidad, dice Andrea Suárez, de Loja. “Jamás pidió un vestido prestado. Sus apariciones fueron impactantantes, aunque todas sabíamos que no tenía mayor presupuesto”. Además, las divergencias entre los organizadores del evento influyeron en la poca atención que se les dio a las candidatas, que buena parte del tiempo estuvieron sin chaperonas, originándose entre ellas conflictos.
Fabricio Célleri, diseñador, quien fue miembro del jurado opina: “Estuvo difícil la elección porque este año no había una chica 10 sobre 10, puesto que el nivel de este concurso ha bajado considerablemente.
Lady tiene la actitud pero hay que pulirla y hacer que aclare sus ideas”.Para Daniela Kronfle, joyera guayaquileña que elaboró la corona y que fue miembro del jurado, Lady Mina es una chica con personalidad. “En ella se resume una bonita cara y cuerpo y dio la mejor respuesta de la noche por sobre las otras cuatro finalistas.
Estoy contenta con el resultado”.
Como todos los años, Ecuador cuenta con mi apoyo, Edwin Rosario