El pasado lunes murió en un hospital de Cannes el diseñador francés Ted Lapidus a los 79 años y a causa de una leucemia, contra la que luchaba desde hacía varios años. Había nacido en París el 23 de junio de 1928, hijo de emigrantes rusos provenientes de la diáspora provocada por la Revolución de Octubre. Su padre, que era sastre, insistió en que Ernest (su verdadero nombre) estudiara medicina, pero el joven con inquietudes artísticas siguió el oficio de su progenitor, formación de la que siempre se ufanó y que, reconocía, había influido para siempre en sus patronales geometristas.
Lapidus se clasificaba así mismo como "el modista de la calle", y la historia de la moda francesa le sitúa como el contemporáneo responsable de la democratización de las propuestas de la costura. De hecho, Lapidus siempre alternó el boato y protocolos de la alta costura con el desarrollo de las líneas comerciales del prêt-à-porter. Era un moderno consciente desarrollando sus líneas vanguardistas a la vez que Courrèges o Rabanne. Entre sus hallazgos se le atribuye la introducción del pantalón vaquero y del tejido dénim y las mezclillas en la alta costura, y lo cierto es que fue el primer modista de su tiempo que estrechó lazos con la nouvelle vague.