*!* Río de Janeiro, 30 dic (EFE)
Miss Brasil, Natalia Guimaraes, donó hoy uno de los vestidos que utilizó en el concurso Miss Universo al Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, que visitó el papa Benedicto XVI el pasado mayo, informaron fuentes religiosas.
El vestido, valorado en 30.000 reales (unos 17.000 dólares), fue el que vistió la brasileña en la última competición de Miss Universo, en la que quedó segunda tras la japonesa Riyo Mori, en una decisión que causó cierta polémica en Brasil.
La pieza, de satén italiano y cristales de la marca Swarovski, confeccionado por el estilista brasileño Alexandre Dutra, será subastada en favor de las obras sociales que lleva a cabo el Santuario.
"Vine aquí para agradecer varias gracias que recibí durante este año. El vestido tiene un gran valor sentimental para mí. Sería muy bueno si otras celebridades hiciesen lo mismo, puesto que más entidades serían beneficiadas", dijo la modelo, según un comunicado que divulgó el Santuario.
Durante la misa, que fue presidida por el arzobispo Raimundo Damasceno, Natalia prometió donar en 2008 al Santuario el traje que usó cuando participó en el concurso de Miss Brasil, que es un disfraz de mariposa que hace alusión a la fauna y ecología brasileñas.
El Santuario de Aparecida fue uno de los lugares que visitó el papa Benedicto XVI, cuando estuvo en Brasil el pasado mes de mayo.
La pieza, de satén italiano y cristales de la marca Swarovski, confeccionado por el estilista brasileño Alexandre Dutra, será subastada en favor de las obras sociales que lleva a cabo el Santuario.
"Vine aquí para agradecer varias gracias que recibí durante este año. El vestido tiene un gran valor sentimental para mí. Sería muy bueno si otras celebridades hiciesen lo mismo, puesto que más entidades serían beneficiadas", dijo la modelo, según un comunicado que divulgó el Santuario.
Durante la misa, que fue presidida por el arzobispo Raimundo Damasceno, Natalia prometió donar en 2008 al Santuario el traje que usó cuando participó en el concurso de Miss Brasil, que es un disfraz de mariposa que hace alusión a la fauna y ecología brasileñas.
El Santuario de Aparecida fue uno de los lugares que visitó el papa Benedicto XVI, cuando estuvo en Brasil el pasado mes de mayo.