Todos los hombres deberían estar preparados para una revisión de su estilo. Tenemos claro que nadie causa impresión sin sobresalir un poco de la multitud. Una sugerencia para aquellos que desean destacar con elegancia, está en encontrar su propia imagen personal donde se sientan más cómodos y no caer en un estereotipo extravagante y excesivo. Se consiguen los mismos o mejores resultados con una apuesta seria, refinada y perfectamente adaptada a los tiempos actuales.
El color es un tema a tener siempre en consideración. Afortunadamente la liberalización de la moda del hombre ha incrementado la gama de colores utilizados habitualmente. Esto significa que combinar colores osados en un conjunto, no significa pasar el límite, como tampoco lo es incorporar colores llamativos en un foco de atracción muy concreto, como una corbata con colores vivos e intensos, sobre una base de estilo conservador y con buen corte.
Incorporar complementos correctamente seleccionados como gemelos, tirantes, cinturones, pañuelos y maletines, crea automáticamente una proyección hacia los demás, de hombre bien cuidado, esmerado y estiloso. Virtudes que exteriorizamos y que siempre crean una impresión de cierta sofisticación.
Vestir prendas con un ajuste adecuado también es muy importante. Siempre debería ser correctamente cosido por un buen profesional, para que no se vea demasiado estrecho, ya que el ajuste apropiado, no es sólo estéticamente atractivo, sino también cómodo y equilibrado. Las prendas demasiado holgadas se ven descuidadas y poco atractivas, creando un efecto óptico desagradable y transmite poco interés, al igual que las muy apretadas.
Estas mismas normas podemos aplicarlas a nuestro estilo más informal. Vestir con vaqueros o pantalones de algodón puede ser una experiencia muy elegante, siempre que la combinaciones con camisas, jersey o polos estén en armonía con el estilo que queremos transmitir. Hacer uso de las americanas en momentos puntuales es una buena muestra de un gusto bien equilibrado. Abusar en estos look concretos del exceso de color o sobrecargar las prendas con complementos extravagantes, puede crear una impresión de rechazo, más aun cuando tenemos que dirigirnos a un potencial cliente, detalles que hay que cuidar con mimo exquisito.
Los hombres que no quieren pasar desapercibidos deberían considerar la combinación de pequeños detalles, para construir una imagen que sea impredecible y cautivante, mezclando prendas conservadoras y osadas, acentuando lo atrevido en un sólo foco exquisito. Así exhibirían un gusto excelente en un guardarropa coordinado y también encontrarían un rango de expresión individual más amplio en una dirección profesional e inesperada.
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