"Hoy, cada cual lleva lo que quiere, donde quiere y como quiere. Y eso me pone muy feliz", declaró recientemente esta dama millonaria que se sigue cortando el pelo como un cuadrado de líneas rectas con el famoso estilista Vidal Sassoon.
Haciendo oídos sordos a las quejas de las autoridades eclesiásticas, el 10 de julio de 1964, en medio de su colección de verano, Quant mostró por primera vez la prenda que se convirtió en fetiche y símbolo de la década del 60. Poco después, lanzó los minishorts o hot pants.
"En esos años las mujeres querían ser libres", afirmó a la revista fashion "Beautybiz". "Hoy la moda —agregó la diseñadora— es mucho más ambiciosa. Queremos todo, de lo clásico a lo salvaje, lo deportivo y lo elegante, de colores o blanco y negro. Y está muy bien que hayamos alcanzado esto".
Quant confiesa que "cada tanto sigue diseñando". Su lugar de trabajo es su casa y también la residencia de vacaciones que tiene en Francia. Su vocero asegura que siempre está al tanto de las tendencias de la moda. "Lleva la moda en la sangre", explica.
Quant nació el 11 de febrero de 1934 en Kent, Inglaterra. Deambuló por trece colegios antes de entrar en la escuela de arte Goldsmith, donde supo que lo suyo era la moda. Trabajó por poco dinero como costurera en tiendas de alta costura y como diseñadora de sombreros.
A los 21 años, en octubre de 1955, ya casada con el trompetista y fotógrafo Alexander Plunket Greene, invirtió 10 mil libras esterlinas que había heredado y abrió un local propio en la calle King, de Londres. Lo llamó "Bazaar".
Interpretando en sí misma los sentimientos de otras jóvenes, a Quant no le gustaban ni un poco las prendas realizadas en casas de alta costura, que además sentía económicamente inalcanzables. Entonces comenzó a diseñar polleras cortísimas, que llegaban a medir entre 35 y 45 centímetros. Para sorpresa de muchos, la minifalda entró en el mercado rápidamente, tan popularizadas por la modelo británica Twiggy.
Además de la minifalda, realizó prendas y accesorios en materiales novedosos y lanzó una moda al alcance de cualquier mujer. Quant recibió premios en todo el mundo. En 1966 recibió la condecoración de la reina de Inglaterra.
Su esposo, Plunket Greene, la acompañó de cerca en su éxito laboral y financiero. Las ganancias de la pareja subieron rápidamente al ritmo de la producción de los retazos de telas mínimas. Pero en 1969 ambos decidieron cerrar sus tres tiendas en Londres y concentrarse en ampliar la gama de productos de la margarita. Tuvieron un hijo. Plunket Greene murió en 1990, a los 57 años.
Ella nunca quiso hacer otra cosa que diseñar. El año pasado declaró a la revista estadounidense "Vogue" que todo empezó porque tenía que ponerse los vestidos viejos de su prima. "No me quedaban, así que hacía mis propios vestidos. Primero modifiqué el uniforme de mi escuela y cada vez cortaba más la falda".
Sus diseños tan de moda en los 60, desde la minifalda hasta la combinación blanco—negro y las formas geométricas, están muy vigentes en la moda actual.
Referencia: AVIZORA